Los discos SSD (Solid-State Drive) son una tecnología de almacenamiento que ofrece muchas ventajas sobre los discos duros tradicionales HDD (Hard Disk Drive), como mayor velocidad, menor consumo, menor ruido y mayor resistencia a los golpes. Sin embargo, también existen algunos mitos sobre su funcionamiento y su mantenimiento que conviene aclarar.
Veamos si son ciertas o no estas afirmaciones:
1– Escribir constantemente sobre los SSD es malo: “FALSO”❌
Este mito se basa en el hecho de que los SSD tienen un número limitado de ciclos de escritura y borrado (P/E) antes de que se produzcan errores o fallos en las celdas de memoria. Sin embargo, este número es muy alto y varía según el tipo y la calidad de las celdas, desde los 500 hasta los 100.000 ciclos. Además, los SSD cuentan con mecanismos de nivelación de desgaste que distribuyen las escrituras de forma uniforme por todo el espacio disponible, evitando que se sobrecarguen algunas zonas. Por lo tanto, no hay que preocuparse por escribir demasiado en los SSD, ya que su vida útil es muy larga y probablemente superior a la del resto de componentes del equipo.
2- Llenar los SSD del todo con datos es malo: “VERDADERO”✅
Este mito tiene una base real, ya que llenar un SSD hasta el límite puede afectar negativamente a su rendimiento y a su durabilidad. Esto se debe a que los SSD necesitan un espacio libre mínimo para poder realizar las operaciones de borrado y escritura de forma eficiente. Si el SSD está muy lleno, estas operaciones se ralentizan y se incrementa el desgaste de las celdas. Por eso, se recomienda dejar al menos un 10% o un 15% del espacio total libre en los SSD.
3- La desfragmentación de los discos SSD es perjudicial “VERDADERO”✅
Ahora veamos el asunto de la desfragmentación.
Los SSD no sufren de fragmentación porque acceden a los datos de forma aleatoria y no secuencial. La fragmentación de archivos es un proceso que ocurre de forma natural cuando el sistema operativo guarda y modifica los datos en el disco duro. No es algo que el usuario pueda controlar directamente,
– Hay que desactivar la desfragmentación automática de Windows si se tiene un SSD. Windows suele detectar los SSD y desactivar esta función, pero en algunos casos puede que no lo haga y se produzcan escrituras innecesarias que reducen la vida útil del SSD.
– Dejar un espacio libre mínimo en el disco, tanto si es SSD como si es HDD. Se recomienda al menos un 10% o 15% del espacio total, para que el sistema pueda realizar las operaciones de borrado y escritura de forma eficiente.
– Desactivar la restauración del sistema si se tiene un SSD. Esta función crea copias de seguridad periódicas que pueden provocar la desfragmentación del SSD una vez al mes. Si se quiere preservar la salud y el rendimiento del SSD, es mejor desactivarla.
– Usar una herramienta de optimización de discos específica para SSD. Estas herramientas pueden ejecutar el comando TRIM, que le indica al SSD qué bloques de memoria están vacíos y pueden ser reescritos sin necesidad de borrarlos previamente.
4- Los ficheros (fotos, videos) almacenados por varios años: ¿Duran más en un HDD? “VERDADERO”✅
Sí, hay un motivo por el que unas fotos podrían durar más almacenadas durante años en un HDD que en un SSD. Se trata de la «degradación de los datos» que ocurre cuando las unidades de almacenamiento no se usan durante mucho tiempo. Los datos almacenados en un HDD se basan en el magnetismo de unos platos que cambian de polaridad para representar los bits. Estos platos pueden conservar su magnetismo durante años, aunque pueden verse afectados por campos magnéticos externos. Los datos almacenados en un SSD se basan en la carga eléctrica de unas celdas de memoria que se fugan con el tiempo. Estas celdas pueden perder su carga después de unos 10 años, aunque pueden durar menos si se someten a temperaturas extremas. Por lo tanto, si se trata de guardar unas fotos durante años sin acceder a ellas, es más probable que se mantengan intactas en un HDD que en un SSD.